martes, 27 de julio de 2010

Ya Amaneció

Una lagrima en mi mejilla demuestra que aun tengo sentimientos, demuestra que no soy frio como muchos dicen, o como yo mismo creía. Sé que el amor sigue en mi, cada mañana veo por la ventana y en un suspiro pienso que existe esa persona, a la cual voy a amar el resto de mi vida.

Una hoja seca se cae mientras dos retoños nuevos nacen.

El amor sigue siendo un bálsamo de pasión. En un par de copas de vino se puede ver la verdad tras mis ojos.

Siento un gran temor de ser descubierto, de ser despojado de mi escudo, tengo miedo de entregarme de nuevo al abismo del amor. ¿Cuántos golpes más puede soportar el mallugado corazón?

Mientras escribo estas letras sin sentido, escucho a mi alrededor… simplemente existo en una hoja de papel, que cualquiera puede decorar o arrugar.

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