miércoles, 2 de enero de 2008

La vida es como un reloj de arena;

En un reloj de arena, cada vez que se acaba la arena de un lado,
hay que darle vuelta, para que empiece de nuevo,
y no se quede como un adorno más, en una casa fría;

y,

En la vida, cada vez que se acaba una etapa,
tienes que hacer algo nuevo, para que tenga sentido,
y no se quede estancada esperando su final eterno.



1 comentario:

EL ANGEL NOCTURNO dijo...

Muy buena la comparación entre la vida y un reloj de arena, querido compañero bloggero. Cuantas etapas vamos quemando dejándolas inertes cual mero adorno sin más.
Y qué razón tienes cuando comentas que siempre hay que hacer algo nuevo. Es la única manera de no quedarse estancado: abriendo horizontes y marcándonos metas continuamente.
Seguiré leyéndote y espero que continuémos comentándonos nuestras respectivas jugadas.
Un abrazo.
ISIDRO