lunes, 21 de junio de 2010

Vitrina Social

El suspiro de un recuerdo,
Las gotas de una lluvia torrencial,
De la radio salen melodías acorde a su estado de ánimo,
La piel le arde de rabia,
Las manos, empuñadas, sangran por la presión de las uñas,
Los gritos de furia hacen que sus cuerdas vocales se irriten,
Una manada a su reflejo y una patada a la puerta (la perra sale corriendo, tiene miedo)
se rinde...
Cae al césped, con un nudo en la garganta, agotado y sin aliento, sin poder decir ni una palabra, simplemente se escuchan sus sollozos, sus lágrimas se mezclan con la lluvia...
Comienza a sentir síntomas de claustrofobia, es libre pero se siente prisionero de la soledad, atado a un amargo momento...
Mirando al cielo, aun llorando y sollozando, pide piedad... es como estar en un diminuto cubo de cristal, donde todos te pueden ver y humillar.
Quiere olvidar...
Se queda dormido, como un bebé.
No existe nadie a su alrededor, no importa ya.
No va a despertar.

1 comentario:

Bryan dijo...

Manoooooooo, que profundidad... Este me gustó un vergooo!!! Congrat.